Allá voy, contra viento y marea.
Otra vez, una misma pelea.
Ni siquiera sé si vale la pena,
pero tengo ganas de probar
si la suerte me va a acompañar
de una puta vez o si es un mito más.
Acá estoy, me agarrás despeinado.
Estos son, mis tesoros guardados.
Una flor, un buen vino picado,
un saquito de té que esta usado,
un impuesto de amor
del que siempre estuve excento hasta hoy.
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